Limosneros: ¿Necesidad o facilismo?
Por: Nelson Suárez
“Antes que nada pido disculpas a los que les parezca demasiado fuerte los títulos de mis artículos; No busco despertar susceptibilidades ni juzgar a nadie, solo quiero resumir la esencia de mis líneas en una sola frase que muestre mi descontento frente a la realidad”.

Sin duda que en un país tan desigual como el nuestro, con un gobierno negligente, y un terrorismo que ha desplazado a las familias de sus tierras, hay mucha gente desamparada, sin techo donde cubrir el frio, sin comida para alimentar sus hijos, sin ilusiones para construir su futuro; Lo triste de esta historia es que existe una gran cantidad de personas que han encontrado en esta practica, un refugio al facilismo, al dinero fácil y sin esfuerzos; se burlan a diario de la gente de buen corazón, de aquellos que les es imposible negar una moneda, un pedazo de pan.
Trayendo a colación algunos de los casos concretos que me llevaron a escribir este articulo, el primero que se me viene a la mente es una señora joven que cada ocho días me la encuentro por las calles del municipio donde habito, pidiendo 100 pesos para completar 20.000 y mandar a decir una misa (como menciona ella), como promesa por su salud; Lo ilógico es que lleva años enteros pidiendo para recoger 20.000, que es obvio que ya ha multiplicado dicho valor cientos de veces; Otro de ellos es un joven de unos 22 años de edad, corpulento, bien vestido, que pide dinero y si le ofreces ropa o comida se enoja y se va; Mi papá ya lo conoce, y cada que viene, le dice literalmente: "plata no hay, si quiere le doy un par de zapatos o unas papas para que haga comida", inmediatamente sale hacia abajo hablando a rabiar. Con estos y muchos otros casos que veo a diario, me veo en la penosa obligación de dudar de su necesidad.
Lo peor de todo, es ver como día a día el gran numero de niños limosneros aumenta en la ciudad, sin contar aquellos que venden confites o cantan en los buses, ni aquellos que deambulan por las calles en busca de algo que robar; En muchas ocasiones es muy fácil pasar de simples limosneros a ladrones, indigentes y hasta asesinos a sueldo; La calle lo puede todo, y mientras estés envuelto en ese mundo cualquier actividad que genere dinero es un buen negocio para este tipo de personas.
A manera de regaño para cada uno de los transeúntes de esta humilde ciudad, siento que el aumento de limosneros en las calles y aceras se debe en gran medida a la generosidad de ellos, puesto que los limosneros se sienten conformes con lo que reciben cada día, producto de la limosna de la gente.
No invito a que no le demos a los limosneros, invito a que pensemos en que si realmente tienen necesidad, te recibirán un pan, una gaseosa, un pantalón viejo para vestirse; Pero si lo único que reciben es dinero, créanme querido lector que estas financiando un ”bazuco”, un “bareto”, o un gramo de perico, o quizá un adelanto para comprar un arma blanca para poder delinquir.
¡Seamos generosos con quiénes más lo necesitan, pero no les demos dinero que los sostenga en el camino de la perdición!
Buen artículo, en realidad nunca deberíamos dar dinero a nadie en las calles, ni auspiciar la pereza, conformismo y facilismo de muchos¡¡¡
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ResponderEliminarporque pedir es un negocio o si no miren a la iglesia catolica que lleva pidiendo mas de 2000 años, aprovechandose de la necesidad espiritual de la gente buena, PORQUE CUANDO UNA PERSONA ESTA ENSEÑADA A TRABAJAR POR MUY NECESITADO QUE ESTE NO LO HACE,O SI LO HACE ES PARA PEDIR TRABAJO.
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EliminarLA POLICIA YA ES UN BIEN DE LUJO PARA ESCOLTAR A LOS LABRONES DE CUELLO BLANCO, PORQUE LOS LADRONES PRIMERO LLAMA A LA POLICIA PARA QUE SEPAN DONDE VA HACER EL ROBO PARA QUE NO ESPEN POR HAY Y PARA QUE VALLAN DESPUES DEL ROBO, Y ASI SUCESIVAMENTE
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