EL TLC: ¿OPORTUNIDAD O AMENAZA?
Por: Nelson Suárez
"Uno de los temas más controversiales en la actualidad es el debate sobre el TLC con Estados Unidos: Su principal problema radica en
definir a quien afecta y a quien beneficia dicho tratado".
A diario escuchamos nuevas noticias sobre el TLC,
algunos sabrán de que están hablando, otros ni saben que significan sus siglas,
otros saben pero le es indiferente, pero la mayoría conoce el tema y trata de
establecer con claridad un criterio que lo lleve a comprender si esto afectará
o beneficiará la economía Colombiana.
En aras a dar a conocer mi perspectiva sobre el
asunto, con el fin de que el lector, el ciudadano, el Colombiano, el
empresario, y todos los emprendedores de este país tengan una idea base para
posteriormente postular sus aseveraciones y construir su propio criterio, Traigo a colación algunos de los aspectos que se convierten en la fuente
de discusión de dicho tratado, los cuales nos llevará a evaluar la viabilidad de dicha
propuesta que prácticamente es un hecho.
El primero de ellos, tiene que ver con la
infraestructura vial del país. Para nadie es un secreto que cuando
llueve, la mayoría de los departamentos quedan incomunicados por falta de
acceso, por la falta de rutas alternativas, y las limitaciones de las vías
existentes. ¿Será que con las condiciones actuales terrestres, tenemos
como competir con los países vecinos y lejanos en cuestión de rapidez? o ¿quizá
en costos de transporte? Entonces ahí vemos el primer problema a la hora de competir
con grandes empresas, que vienen a arrasar el mercado local.
El segundo aspecto, radica en la idea de que la
mayoría de las empresas colombianas, son empresas en etapa de surgimiento o empresas pequeñas llamadas Pymes (En Antioquia el 91% y en Colombia el 88% de las empresas son Micro) Sin mucho conocimiento sobre los mercados
internacionales (puesto que pocas de ellas exportan), sin asesoría sobre
negociación internacional, Culturas y aspectos legales. Considero que
antes de plantear un TLC, se debió fortalecer enormemente el sector de las
pequeñas empresas, prepararlas para afrontar el cambio drástico que se
avecinaba; Consultorías, Auditorías en negociación internacional,
Culturas y demanda foranea. Ni que decir del Idioma; ¿Será que los todos los empresarios y empleados de las empresas manejan en Inglés? o ¿como será que vamos a negociar con los gringos?. ¿Realmente estamos
preparados para este cambio?. ¿Será que las pequeñas empresas tienen dinero
suficiente para patentar sus productos en Colombia y en el Extranjero para
proteger su marca?, Si la respuesta es negativa, serán ideas grandiosas arrasadas por locomotoras y
empresas agresivas.
Otro de los aspectos es la cuestión tecnológica.
A pesar de que las empresas Antioqueñas y colombianas vienen en
constante desarrollo, implementando nuevas formas de organización y trabajo,
aun estamos muy por debajo de más grandes economías desarrolladas;
Enlazando este problema con la cuestión de las Pymes, sabemos que la
mayoría de ellas no tienen recursos suficientes para invertir en nuevos
procesos y nuevas tecnologías de punta.
Finalmente, vivimos en un contexto cultural
complicado, en empresas donde de las 8 horas, se trabaja a lo sumo 4.
Tenemos tiempo para desayunar, pausas activas, idas al baño, la cuestión
del BlackBerry, las condiciones laborales en las que vive mucha gente
actualmente. ¿Será que con la productividad que se logra bajo estos
parámetros, seremos competitivos Internacionalmente? Cuando digo
internacionalmente abarca todo el sentido de la palabra, porque no hemos
cerrado negociación con EEUU y ya estamos hablando con China. Ósea que
aparte de que no sabemos cual será el impacto del tratado con los gringos, ya
estamos pensando en aumentar la incertidumbre interna.
Claro esta que el TLC también trae beneficios, como la
apertura de nuevos mercados, segmentos potenciales no explorados, donde quizá
haya aún necesidades y deseos por satisfacer, pero que para no decirnos
mentiras beneficia en mayor cuantía a aquellas empresas grandes, con
experiencia en negociación comercial y legal; Empresas que ya han exportado.
Cabe resaltar también que la ampliación de las perspectivas de mercado
para las Pymes constituye un incentivo hacia la inversión y la ambición por
lograr aumentar sus ingresos.
A modo de conclusión, considero que hay muchas
empresas que funcionaban a cabalidad gracias a la protección del mercado
interno en algunos sectores, y que con la incorporación del TLC las reglas del
juego serán muy distintas. Ya no habrá estabilidad y dinamismo; Ahora
habrá que buscar la manera de hacer las cosas cada vez mejor, con el menor
precio posible para sobrevivir en el mercado. A fin de cuentas, a quien
termina beneficiando netamente, es al consumidor final, quien recibe productos
con altos estándares de calidad y a bajos precios producto de la competencia
entre marcas.
Como, Antioqueño, colombiano y futuro emprendedor de
este país, anhelo con ahínco que todo sea por el desarrollo y sostenimiento de
nuestro país, y que en vez de amenazas, el TLC traiga muchas oportunidades de
crecer para todas las empresas y sectores de la economía nacional sin excepción alguna.
Autor: Nelson Suárez